martes, 16 de julio de 2013

CÓMO SE HACE UN BEBÉ

NUESTRO ORIGEN

          Para hacer un bebé se necesita un hombre y una mujer adultos. Para ello, es preciso que el hombre y la mujer hagan el amor.
            En el momento en que el placer es más intenso, los espermatozoides salen del pene del hombre en un líquido blanco que se llama semen.
        Entran a la vagina de la mujer, después al útero y suben por la trompa de Falopio, donde encuentran un óvulo que baja del ovario.

        De este encuentro nacerá un bebé. Pero de los millones de espermatozoides que salen del pene, sólo uno conseguirá introducirse en el óvulo.
        Cuando el espermatozoide y el óvulo se unen, forman una célula. El momento en que se unen se llama fertilización. La fertilización tiene lugar, normalmente, en las trompas de Falopio.
       Durante el viaje de la trompa de Falopio al útero, la célula empieza a dividirse. Primero forma dos células idénticas unidas.

        Estas dos células se dividen y forman cuatro células unidas; las cuatro células se dividen para formar ocho y así sucesivamente.
       Esta rápida división celular que convierte un óvulo fecundado o zigoto en una esfera de células se llama segmentación.

El bebé se va formando
         Al cabo de pocos días de la fertilización, el óvulo fecundado llega al útero, donde pasarán nueve meses mientras se va formando y creciendo, hasta que se convierta en un bebé.

               Es decir, si empieza a crecer en marzo estará listo para salir en noviembre.
           Al bebé que todavía no nace se le denomina embrión durante los dos primeros meses de su desarrollo, y después, feto hasta que nace.
          Primero se le desarrollan el corazón y el cerebro, después la cabeza, el cuerpo, los brazos y las piernas, y empiezan a formarse los pies y los deditos.
            
¿Qué come el bebé?
          Durante su desarrollo, el bebé obtiene alimento y oxígeno de una membrana que se llama placenta.
        Esta membrana, formada en parte de tejido materno y en parte de tejido del bebé, contiene vasos sanguíneos de cada uno de estos tejidos.
           El bebé está unido a la placenta mediante un tubo flexible que se llama cordón umbilical, que es por donde recibe el alimento y el oxígeno. El ombligo es el lugar donde estaba unido tu cordón umbilical.
       Mientras se encuentra en el útero de la madre, el bebé flota en una bolsa de líquido que lo protege contra los golpes y lo mantiene calentito. Este líquido se llama líquido amniótico.
       El bebé crece y crece dentro del útero de la madre.
       A los cuatro meses, el bebé empieza a sobresalir de la barriga de la madre. Esto ocurre porque el útero es elástico, y se va estirando para que el bebé tenga suficiente espacio por moverse, aunque la mayor parte del tiempo el bebé esté durmiendo.



El bebé está listo para salir
        Cuando el bebé lleva nueve meses en el útero de la madre, ha crecido tanto que ya está listo para nacer. Antes de ello, se ha girado y está cabeza abajo. Cuando nazca, lo primero que saldrá será la cabeza.
         El útero de la madre presiona y empuja al bebé a través de la vagina. Esta presión vuelve a empezar y se va haciendo más fuerte por momentos. La madre sabe que es el momento en que el bebé ya está a punto de nacer

                    El útero continúa presionando y empujando al bebé, mientras la vagina se dilata para ayudar a la salida del bebé.


         Es un momento de gran esfuerzo para la madre, puesto que tiene que mover sus músculos por conseguir que el bebé salga por la vagina.
           El bebé sale de un lugar tranquilo y calentito, como era el útero, y entra en uno mucho más ruidoso, más frío y con mucha más luz. Todo le resulta extraño. Por esto lo primero que hace es llorar, llora fuerte para llenarse los pulmones de aire y empieza a respirar, puesto que en el útero de la madre recibía el oxígeno por el cordón umbilical.


              Una vez ha salido el bebé, el médico corta el cordón umbilical que lo unía a la madre, puesto que a partir de ahora ya no le hará ninguna falta.            
      Esta acción no causa dolor ni al bebé ni a la madre. Al bebé le queda unido un trocito de cordón que caerá al cabo de pocos días, y le quedará una señal en el vientre, como un botón. Esto es el ombligo.